martes, 22 de junio de 2010

¿Por qué no informar a los visitantes del Pabellón de México?

Vista del Pabellón de México con letrero de explicación.Finalmente llegó el momento de ver en persona el Pabellón de México que tanto he comentado en este blog. Intenté observarlo de la forma más objetiva posible, ignorando temporalmente las fallas que han existido en la organización de la participación de México en la Expo 2010 Shanghái.

Exhibición del Pabellón de México cerrada al público.Al llegar al Pabellón, el pasado 20 de mayo, me llamó la atención que no había un solo visitante en la fila. Un letrero a la salida del Pabellón indicaba que la exhibición estaba cerrada y solamente había acceso al restaurante, la tienda y el módulo de información turística.

Pregunté la razón por la cual la exhibición estaba cerrada. Muy amablemente me dijeron que no lo sabían. Decidí posponer mi visita.

Exhibición del Pabellón de México en la Expo 2010 Shanghái cerrada el 20 de mayo.

Tiempo después, Eduardo Seldner, Comisario General de Sección de México, junto con Ana García, Directora del Pabellón, me explicaron que todo se debió a un problema en el suministro de agua fría para el aire acondicionado.

Explicación de ProMéxico Los organizadores de la Expo estaban entregando agua a una temperatura que no permitía mantener condiciones mínimas de operación. La temperatura y la humedad son factores que deben controlarse al interior del Pabellón para cuidar las piezas arqueológicas y obras de arte originales que trajo México a la Expo 2010 Shanghái.

Carta a organizadores de la Expo 2010 Shanghái parte 1 Carta a organizadores de la Expo 2010 Shanghái parte 2

Mi primera impresión fue de frustración al no tener información precisa a través de la gente que atiende visitantes en el Pabellón. Sentí que estaban escondiendo algo. Pero semanas después, cuando me explicaron lo que sucedió, me pareció una buena decisión cerrar la exhibición para proteger nuestro patrimonio. Muy pocos pabellones muestran arte o piezas arqueológicas originales, y es razonable que los que lo hacen tomen las medidas necesarias para mantenerlos en óptimo estado.

Sin embargo, en las más de seis visitas que he hecho hasta ahora, el Pabellón ha fallado en proveer información. Cada vez que me he acercado a solicitar datos básicos, ni anfitriones ni supervisores me han dado información correcta. Y no los culpo, porque todos los que me han atendido son estudiantes chinos que no conocen México y no recibieron la capacitación que este tipo de trabajo requiere. Con el pago de $2’000 pesos mensuales que reciben por trabajar hasta 13 horas diarias, tampoco puedo exigir demasiado de ellos.

El desempeño del Pabellón va mejorando poco a poco, pero sabiendo que la Expo 2010 Shanghái es un evento temporal, aspectos como la comunicación con los visitantes se deben resolver rápidamente si es que ProMéxico quiere transmitir un mensaje positivo y significativo al público chino.

Si se toman decisiones acertadas para proteger nuestro patrimonio, ¿por qué esconderlo?

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